LOS ACTORES DE PORAMÉRICA HABLAN DE PROGRAMA

En un programa como PorAmérica, en el que participaron fundaciones empresariales y organizaciones de base de seis países, junto con RedEAmérica, la red temática que impulsa el desarrollo de base en la región, con el BID – FOMIN y con el Consorcio para el Desarrollo Comunitario de Colombia, que fue el organismo ejecutor del programa, la opinión de todos los actores es importante. Acá se puede conocer.

ARTICULAR LA DIVERSIDAD E IMPULSAR UN PROPÓSITO COMÚN: LA PERSPECTIVA DE REDEAMÉRICA

Cuando RedEAmérica decidió acercarse al Banco Interamericano de Desarrollo para buscar una alianza y construir un programa regional de apoyo e impulso a las organizaciones de base solo habían pasado tres años desde su creación.

Era una red joven pero traía la experiencia de muchos de sus miembros y el entusiasmo por seguir construyendo lazos para consolidarse en la lucha contra la pobreza y el fortalecimiento de organizaciones de base en la región.

Así que buena parte de sus miembros aceptaron el desafío y se embarcaron en un programa que cinco años después llega a su fin con resultados, experiencias y conocimientos que se suman al patrimonio que ha ido construyendo RedEAmérica.

La visión con que la Red ha encarado el programa la plantea su directora ejecutiva desde 2008, Margareth Flórez.

“Yo creo que en un momento dado la red ya estaba lista y a la expectativa de tener una iniciativa hemisférica, que permitiera mostrar el impacto que podrían tener ese grupo de miembros en una escala mucho más regional. Me parece que ahí surgen las conversaciones con el BID. Además, la Red quería ampliar su portafolio de aliados, sus contactos y sus vínculos, porque en un primer momento sus relaciones con aliados internacionales eran casi exclusivamente con la IAF.

“Todo eso nos llevó a buscar la colaboración con el BID – FOMIN, que además de permitir ampliar los recursos para invertir en los proyectos que hacían las comunidades también planteaba un mecanismo para probar la capacidad de la Red de trabajar de manera conjunta, con un mismo enfoque, de aprender juntos, de avanzar en un tema”.

Era también la oportunidad para avanzar en la construcción de RedEAmérica, porque la Red, por supuesto, es mucho más que la sumatoria de las acciones que se adelantan en cada país, del trabajo de los nodos, también había algo más; crear estrategias conjuntas de intervención, integrar iniciativas en varios países, compartir conocimiento, desafíos y posibilidades más allá de las fronteras.

Y luego de cuatro años PorAmérica se ha convertido en un aporte importante al fortalecimiento de la Red.

“PorAmérica aportó muchas cosas a la Red –continúa Margareth Flórez-. Diría que aportó esa posibilidad de experimentar una iniciativa conjunta en una enorme diversidad de contextos, de países y de organizaciones. Inclusive entre los miembros mismos de la Red había una enorme diversidad. Entonces, tratar de articular esa diversidad e impulsar un propósito común de hacer un proyecto como este es una prueba, es un desafío.

“El programa nos permitió saber también que el sector privado puede movilizar recursos y apoyos a nivel latinoamericano, centrado en sus países y en las zonas donde tiene mayor interés. La alianza misma con BID FOMIN creo que pone a la Red y sus miembros en otro nivel. Muchos de ellos nunca habían trabajado iniciativas de este tipo, y aprendieron haciéndolo. Las organizaciones de base también lo aprendieron a hacer y yo creo que la Red -si bien no fue el ejecutor pues el Consorcio fue el que asumió esa labor- ahora está mejor preparada y eso también es una especie de carta de presentación: trabajar con otros aliados, otros donantes, en iniciativas de esa magnitud”.

“Otro acierto de PorAmérica fue trabajar con las organizaciones de base en una relación más horizontal, en forma de alianzas para apoyar esos proyectos. Creo que eso nos permitió también profundizar y conocer mucho más esos contextos en donde actúan nuestros miembros, las fortalezas que puedan tener y los desafíos que emprenden. O sea, ahora sabemos con mayor certeza qué pasa en Perú, qué pasa en Ecuador, qué pasa en Colombia, cuáles son las diferencias reales que existen en esos contextos, cuáles son los desafíos propios que los miembros están enfrentando. PorAmérica nos confrontó con eso, que fue uno de los grandes desafíos de este programa, trabajar en distintos contextos, en distintas realidades.

Resultados en un largo proceso

Quizá una conclusión informal que surge del ejercicio de PorAmérica, es que este y todos los programas e intervenciones que se adelantan con las organizaciones de base, representan un momento en un proceso que tiene que continuar y por lo tanto el esfuerzo debe sostenerse.

“Creo que el programa si transformó la vida de muchas organizaciones y personas y mejoró sus condiciones de vida, mejoró sus ingresos y permitió construir mejores ciudadanos, así como articuló iniciativas y organizaciones con organizaciones locales y con empresas. Yo creo que todo eso se logró. Pero también es cierto que por el mismo nivel de las organizaciones y por los contextos donde están insertas, la tarea no está totalmente cumplida. Quedan desafíos por enfrentar. Todavía falta esforzarse para lograr realmente la inserción económica de esos grupos de alta vulnerabilidad con los cuales trabajamos”.

“Somos una semilla en un proceso, pero lograr que estas poblaciones sean incluidas económicamente depende, claro, de los acompañamientos que hemos dado, de las capacidades que hemos generado; que tal vez es lo más valioso de este programa, pero también del nivel de institucionalidad en cada país, para seguirlos apoyando. Eso es una gran debilidad todavía en América Latina., y no solo de las instituciones públicas”.

“Por eso es preciso hacer alianzas público privadas. Porque ese tipo de grupos poblacionales, en proyectos de generación de ingresos, requiere casi todo tipo de apoyo: en financiamiento, en asistencia técnica, en créditos, para maquinaria, conocimientos tecnológicos, innovación. Y uno los apoya por un tiempo, pero si nadie viene detrás cómo van a resolver todas esas necesidades, no es posible lograr sostenibilidad. Yo creo que hay que trabajar mucho sobre eso y sobre romper barreras de acceso a los mercados; de todo tipo, de información, de conocimiento, de infraestructura. Y tratar de establecer vínculos con las empresas que puedan incorporarlos a su cadena de valor”.

Las necesidades son muchas, el proceso sigue y RedEAmérica ya está trabajando en la perspectiva de darle continuidad a la iniciativa que puso a sus miembros a trabajar conjuntamente para enfrentar la pobreza y la falta de condiciones para el desarrollo de las comunidades menos favorecidas de la región.

Aliados